Es aquí donde, sin saberlo, Conciensus empezó a nacer. Me vi frente a esta pequeña criaturita, que dependía completamente de Lesly (su mamá) y yo; que nos tenía para todo lo que le pasara en esta vida, para que la educáramos en valores, en habilidades, en comportamientos, en disciplina, en amor, en límites, en entenderle sus ratos de buen y mal humor, en amarla aunque hiciera travesuras, en enseñarle básicamente TODO lo que un ser humano necesita para que le vaya bien en la vida… Y ante este lindo desafío solo me surgió la pregunta: ¿Y eso quién me lo enseña a mí?
De ahí empecé a aprender, a leer, a estudiar todo lo que podía, el dicho “echando a perder se aprende” me había servido en otros momentos de la vida, pero aquí NO ERA UNA OPCION, y estaba en mis manos lograr la diferencia.
Así empezó este camino que hoy nos trae a CONCIENSUS = conciencitis + sensus (conciencia + percepción en latín) porque creo que el cambio se da cuando percibo algo nuevo o diferente puedo tomar conciencia y abrir puertas que no podía.
Esto me ha servido para irme dando cuenta de tantas cosas que no podía ver, que no sabía que tenían el peso que tienen y a partir de que yo lo descubrí decidí que quería que más personas supieran de esto para empoderar sus vidas, sus equipos y muy en específico sus roles como papás y mamás, pues creo firmemente que a partir de la toma de conciencia el cambio se va a dar.